En el aspecto físico y corporal.
Los karismáticos tienen un postura corporal abierta, higiénica y saludable. Cuando hablan
las manos las mantienen alejadas de su rostro, apartadas de su cuerpo y con las palmas adelante o hacia arriba.
Su expresión corporal es genuina y auténtica. Tienen facilidad para socializar con diversos grupos humanos. Sus facciones expresan
alegría, amabilidad y generan simpatía por donde transita.
Los karismáticos desarrollan una sonrisa genuina, asienta con la
cabeza cuando los demás hablan, tocan con brevedad en el brazo de su interlocutor y
mantienen la mirada hacia los ojos.
Cuando hablan se dirigen a la audiencia. Se mueven alrededor con entusiasmo,
se inclinan con ligeresa hacia adelante y miran a todas partes del auditorio. Mantén una mirada tranquila y no demuestran
nerviosismo.
Adecuan un lenguaje corporal a la forma de hablar. Le dan mucha importancia a la gesticulación, pero no caen en la arbitrariedad. Expresan los temas apasionada fluidez y su gestos comunican sentimientos.
Rompen paradigmas. Se salen de la caja. Encabezan
proyectos. Siguen métodos y fórmulas distintas para obtener resultados diferentes. Son expertas en lo que hacen.
En el aspecto emocinal y afectivo.
Los karismáticos son intensamente emotivos, sensibles y cordiales. Son muy humanitarios y sensitivos. Marcan la diferencia y son controversiales. Es karisma les ayuda a ser eficazmente novedosos, intuitivos y elocuentes. Son creativos y originales.
En sus alocuciones son claros, fluidos, enérgicos y articulan muy bien las palabras. Con regularidad evocan
imágenes, narran anécdotas o detalla acertadas ilustraciones.
Con armonía y excelente ritmo bosquejan el compas verbal mendiante pausas muy bien asentuadas, con lo que producen tensión o énfasis entre quienes los escuchan. Viven libres de emociones dañinas.
Su comunicación es genuina y auténtica; natural y sin esfuerzos. Socializan con
alegría, amabilidad y generan simpatía. Poseen buen sentido del humor para ser sarcásticos sin ser grotescos. En su espontáneidad logran arrancar la sonrisa de sus admiradores.
Cuando les llega la adversidad, la frustración y el dolor, dan cátedra de vida y manejan la situación con humildad. Logran a fuerza de voluntad, dignidad y constancia vencer los infortunios. Generan metas de vida que los hacen felices. Son dignos de admiración y de respeto.
En el aspecto espiritual y trascendental.
A Los karismáticos se les abren puertas en todas partes. En lenguaje popular se dice que poseen un ángel o que tienen un aura, que les favorece para llamar la atención y caer siempre bien. Los acompaña la buena vibra.
A las perosnas con karisma los distingue el don de servicio y son muy dados a la gente. Son amables y joviales. En su valor espiritual desarrollan la capacidad de alegrar a
las personas que les rodean. Impresionan por ser
personas a quienes se les tiene mucha confianza.
Son siempre disponibles y enseñables. El valor de la humildad lo llevan en el
espíritu. Aprenden y preguntan cuando no saben. Reconocen a quines les enseñan. Son solidarios y bondadosos. Inspiran a quienes le rodean. Son visionarios y soñadores.
Destellan luz con vibraciones positivas que
generan paz y alegría. Sus seguidores se sienten protegidos, plácidos, sin aburrimiento, como que la vida de sus simpatizantes anduviera
mejor cerca de su presencia.
Permanencen siempre abiertos y fluye de ellos armonía y conexión espiritual, que producen en sus seguidores cambios de salud, comportamientos de madurez y restablecen la paz consigo mismos.
Piden perdón y saben perdonar. Reconoce sus errores con decoro y dignidad. Se despojan del egoismo, de la soberbia y del orgullo. Siempre
reconocen sus faltas. Se apoyan en el buen consejo de su conciencia, para tener reposo espiritual y libertad interior.
Toman riesgos y se sacrifican. Dan testimonio, son ejemplo y actuan en consonancia
con las ideas que promulgan. Les importan el objetivo común y el desempeño del papel de cada persona.
Son personas admiradas porque gozan de cosas y situaciones que otros quisieran tener y disfrutar como la buena salud, el éxito y el poder. Se les reconoce los valores morales, las disciplina,
la energía y el empuje que los caracteriza y los representa.